El International BMW GS Trophy Mongolia, una prueba de fuerza para el hombre y la motocicleta.

BMW GS Trophy Mongolia – Dia 0

 

Todas las emociones al 100 ya que todas las vivencias escuchadas sobre GsTrophy se harían realidad. Tuve la oportunidad de ser seleccionado como periodista representado a la Revista 400 y a la vez piloto para cubrir día a día lo que se viviría en Mongolia. Como equipo ya hacían más de tres meses que nos estábamos reuniendo todos los fines de semana para entrenar juntos sobre unas BMW 1200 GS, las cua BMW Mexico no las había proporcionado. En fin… con la fortuna de ser seleccionado para cubrir y participar con mi equipo durante esta nueva aventura estábamos listos para partir. ¿Pero dónde está Mongolia? Era un país desconocido para todos nosotros, una cultura nueva, un lenguaje desconocido y en general poca información en la red de otras experiencias de viajeros sobre el mítico país. Solamente sabíamos que en en los años 1200 gracias al guerrero Gengis Kan Mongolia llego a ser el imperio contiguo más extenso de la historia. En fin, con muchas ganas el tiempo había llegado, así que nuestra primer escala fue viajar de la CDMX a Japón durante catorce horas y un segundo viaje de Japón a la capital de Mongolia, Ulan Bator, hospedándonos en un campamento base poco peculiar con un tipo de casas llamadas Ger las cuales son utilizadas para su estilo de vida nomada. Describir Mongolia es literalmente usar tus sentidos salvajes, desde el olor que fácilmente se deja percibir al almizcle, pero no es cualquier almizcle, no como en una granja es un olor mas profundo y acentuado ya que Mongolia está lleno de caballos salvajes, camellos, ovejas y cabras.  Y en ese momento es cuando te das cuenta de que te encuentras en un lugar donde pareciera que estas alejado de todo sin saber qué es lo que seguía de estas primeras impresiones.

 

Llego el momento conocer a todos los participantes, en esta ocasión hubo 18 equipos de 21 nacionalidades distintas, de los cuales dos equipos fueron femeniles y a la llegada de todos ellos nos llevaron a conocer nuestras compañeras para los siguientes días. Un total de 114 motocicletas BMW GS1200, en donde nos tendríamos que hacernos uno mismo si queríamos sobrevivir en un terreno totalmente desconocido. Hicieron una ceremonia como parte del ritual de bienvenida en donde se mostró el tradicional tiro con arco ecuestre y al terminar una suculenta comida tradicional de Mongolia. La comida consistía principalmente en carne, ya que los pueblos nómadas se alimentan de la carne y de los productos que tienen de las ovejas, los yak, los camellos, las cabras, entre otros.  El guisado más servido fue la carne de cordero, esta carne tenía un sabor muy peculiar, por ser mas acentuado el sabor y olor acompañado de arroz y vegetales como lechuga y jitomate. Con el estómago lleno y al haber conocido a todos los pilotos,  nuestro equipo estaba listo para partir junto con una maleta proporcionada por Marmot en la cual debimos de acomodar  nuestras prendas suficientes y equipo de camping para afrontar lo que serían nuestros 8 días de aventura sobre las tierras desconocidas de Mongolia.

 

 

 

 

Primer día de competencia 470 Km de recorrido.

 

Se inicia el primer día de competencia partiendo desde el campamento en Ulan Baton con un clima frio y lluvioso, los participantes se muestran llenos de energía y ansiosos por estrenar su moto, pero más que nada rodar sobre ella en tierras Mongolas en un recorrido de más de 2500 km. Dejamos la capital sobre uno de los pocos caminos asfaltados, recorriendo los primeros cien kilómetros donde todo empezó a cambiar, la temperatura aumenta. Nos adentramos en lo que sería nuestro primer contacto con la tierra, sobre un terreno desértico compuesto por arena amarilla y sobre ella una capa de gravilla ligeramente grisácea, junto a un clima mucho más caluroso. En el GSTrophy día con día inicias el recorrido junto a un distinto Marshal y un equipo de distinto país, en nuestro caso junto con el equipo de China y enfrente del grupo un amable Marshal Alemán llamado Robert empezamos a recorrer los amplios caminos de Mongolia, los paisajes nos dejaron sorprendidos ya que pueden pasar kilómetros y kilómetros y no encuentras a ninguna persona ni árboles en los alrededores. El terreno al ser de una arena muy suelta exige llevar una velocidad constante y ritmo de manejo para no caer y en el cual sin duda alguna nuestro equipo mexicano conformado por Manuel Andreu, José Vivanco y Luis López mostraron un buen manejo para afrontar los caminos irregulares y sueltos, más sin embargo el equipo de China se encontró con muchos aprietos al caer continuamente en las trampas de arena, ya que para muchos competidores esta era su primera experiencia de Sand Riding. Sin mentirles al menos hubo 20 caídas o más del equipo chino lo cual dificultaba los tramos al romper el ritmo de manejo, pero como de todo se aprende, aquí se aprendió a ser apoyo para otro equipo y seguir hasta terminar. 

¡Cuidado con los pequeños ratones! Los primeros habitantes del desierto que nos dan la bienvenida, cientos de ellos se encontraban entrando y saliendo de sus guaridas cubiertas de pequeños arbustos durante varios kilómetros, por lo que teníamos que estar muy alerta de no lastimar a alguno. Me recordó al juego de los topos, pero en lugar de darles, tenías que evitarlos. Durante gran parte del día no hubo señales de civilización, salvo el pastor de cabras. De hecho, la fauna era sorprendentemente abundante, las águilas eran comunes, probablemente se alimentaban de la abundancia de los ratones que corrían, y también encontramos dromedarios (camellos dos jorobas), caballos salvajes, cabras y el antílope extraño. 

-Etapa especial 1: Después de seis horas y a más de la mitad del recorrido nos encontramos con la primera prueba el Trial Challenge el cual se trataba de pasar por las llamadas puertas en el menor tiempo posible y sin bajar los pies sobre camino de arena muy suelta y rocas de gran tamaño. Esta prueba se asemejaba mucho a las competencias de trial en México, con la diferencia de que en esta ocasión se hizo con una motocicleta de 240 Kilogramos y con los nervios de ser la a prueba especial de todo el evento. Los integrantes del equipo tuvieron algunas dificultades al salirse del recorrido y con una ligera caída, más sin embargo no dejamos de celebrar, ya que sabíamos que era la primer especial de muchas y que el espíritu del GsTrophy es claramente venir a festejar.

 

Al terminar al primer especial llego el momento de nuestro Lunch a mitad de la nada. Se hacía notar la impresionante la logística del evento, ya que te encontrabas con un camión solo para transportar el alimento fresco el cual ponía a nuestra disposición bebidas, sándwiches, frutas y unas cómodas bancas para recargar energía.

 Continuando el recorrido nos encontramos con caminos muy abiertos y cabe mencionar que en ningún momento se ven árboles, parece como si se estuviera en la luna con una arena grisácea dando una sensación de que el camino nunca tendrá fin, misma sensación al ver horizonte del mar. 

 

-Etapa 2: Navegación

Llegamos a un extenso valle con una hermosa vista en donde montaron la segunda prueba del día ‘Magic Cliffs’ , era un ejercicio de navegación, completado a pie, donde usando un dispositivo GPS los equipos necesitaban navegar a cuatro waypoints. Si se ubicaban los puntos con éxito, los equipos recolectarían cartas para completar una frase la cual servía como bonificación en tiempo. La prueba suena muy sencilla solo que los acantilados tenían 100 m de altura y todo el ejercicio tenía un límite de tiempo de solo 20 minutos. Sin duda fue una prueba que los puso a correr ya que el encontrar la primera coordenada fue un poco complicado.  Al término de la etapa continuamos sobre amplio camino el cual parecía no tener fin, te hacía sentir sobre las nubes y nunca lograbas ver el final.

-Llegada al campamento y primera noche sobre las casas de campaña:

Termino nuestro primer día y llegamos a un campamento llamado Tsagaan Survaga después de 11 largas horas sobre las motos. Como parte del espirito del BMW GsTrophy es dormir todas las noches en casa de campaña, así que al llegar todos los equipos y después de revisar sus motocicletas armamos nuestros dormitorios y se hacía sentir un gran ambiente. La noche llega y todos los equipos se reúnen para comer y pasar grades momentos, al igual que se dan los primeros resultados del día y en esa noche la organización anuncio que nuestro equipo termino en cuarto lugar (lo cual fue un error, pero hasta el siguiente día lo anunciaron), lo cual nos puso muy felices y nos fuimos a dormir con grandes ansias de comenzar el segundo día.

 

 

Segundo día de competencia.

 

Partimos del campamento para empezar a adentrarnos al desierto de Gobi con un recorrido de 234 Km y en esta ocasión nos tocó partir con el equipo de Alemania los cuales empezaron marcando un buen ritmo de manejo. Si bien en esta etapa consistió en un recorrido de  con menos de la mitad de kilómetros que el día anterior, casi 190 Km del total fueron tramos largos de off-road muy demandantes para los piloto. Al inicio nos encontramos sobre un camino muy divertido sobre formaciones de piedra y conforme nos fuimos alejando del campamento nos encontramos con extensos caminos  de arena con pastizales y con espacios muy abiertos.  Mas adelante nos empezábamos a encontrar sobre dunas grisáceas de pequeña altura, pero muy amplias en las cuales podías ir a altas velocidades dándonos una sensación como si la GS estuviera surfeando o flotando sobre la arena, además de que esta sección de 30 Km fue muy divertida al poder manejar con ambos equipos en formación de ala y en ocasiones parecía como si nuevamente estuviéramos en una exploración espacial. 

Terminando los amplios caminos, nos encontramos con la primer prueba del día la cual se preparó sobre una montaña de arena amarilla muy suelta en la cual se observaba sobre una piedra la forma de una gran cabeza de camello por lo cual esta prueba se llamó “Camel head”. En ella los pilotos salían uno tras de otro y como primera regla era pasar por las puertas sin bajar los pies y que además a mitad del camino enfrente de un Marshal recargaras la moto sobre el suelo y le dieras una vuelta alrededor de ella y después sin subirte a la moto y con el motor encendido dirigiéndola para subir un pequeño montículo. Finalmente subirte sobre la moto para hacerla pasar por una curva de bajada y en medio de unas piedras sobre arena era sumamente suave. Al final de esta primera prueba se encontraba nuevamente un campamento montado a mitad de la nada para brindar alimentos y bebidas, lo cual es sumamente impresionante ya que no te imaginas encontrar ese Oasis rodante a mitad de la nada. Cabe mencionar que en Mongolia más de la mitad de su población vive en su capital Ulan Bator la cual es de aproximadamente del tamaño de Cuernavaca, Morelos así que para lograr ver gente o una población pueden pasar más de cien Kilómetros en la nada. 

Inmediatamente después del test, el terreno y las condiciones climáticas cambiaron de nuevo. Empezó el momento de pasar por arena profunda, lo cual requería un fino balance y un buen control del acelerador a bajas velocidades y para ese entonces pasaba del medio día teniendo una temperatura de 32º sin ninguna briza de aire fresco.  A medida que el camino serpenteaba por un estrecho valle, la arena permanecía suelta y profunda, más profunda aún en los lechos de los ríos secos, y varios del equipo se tuvieron que detener. El trabajo en equipo en estas situaciones pasa a primer plano, en momentos tenías que ayudar a empujar o guiarse entre sí a través del laberinto de arena.

Segunda etapa:  Parecido a un salar a mitad del desierto se realizó una prueba sobre un lago seco la cual era un pequeño circuito con curvas cerradas para probar su capacidad de aceleración, frenado y colocación, en donde le contaban el tiempo a cada piloto los cuales no podían bajar los pies.  

Nos dirigimos hacia el campamento base sobre una sección de grava por 50 Km, lo cual nos benéfico mucho al estar muy agotados por el calor y además de haber tenido un día muy pesado ya que un piloto del equipo Alemán había caído fuertemente con múltiples lesiones y que por suerte recibió atención inmediata del equipo médico profesional en el evento, transferido al hospital en helicóptero. En ese tipo de situaciones es cuando uno se pone a reflexionar sobre la facilidad de adquirir una lesión y recordar que aquí no gana el mas intrépido, si no el que llega al final.

 

Tercer día de competencia

 

Como todas las mañanas antes de iniciar la prueba se reúne a todos los pilotos para dar los avisos e indicaciones sobre el terreno y en esta etapa se tenía planeado adentrarse a las grandes dunas del desierto de Gobi y en ellas hacer las etapas especiales, sin embargo, por cuestiones de seguridad la organización decidió cancelar la ruta hacia las dunas. La buena noticia es que no se canceló por completo la etapa y se pudo hacer una ruta de transición, así que partimos del campamento y tomamos camino para adentrarnos en un cañón, nombrado Dungeene, en donde el paisaje cambio por completo, recorriendo un lecho de grava durante 20 km entre acantilados de roca de 100 m de altura y a veces a tan solo 5 m de distancia entre cada acantilado. Y luego la mayor sorpresa: encontrar el río congelado, el cual lo tuvimos que cruzar debajo de la moto y con ayuda de otro compañero. Esto resulto un poco extraño ya que en ese momento nos encontrábamos a treinta grados centígrados, pero no tanto para los locales ya que hace menos de un mes aún se encontraban con temperaturas por bajo de los menos veinte grados. Resulta ser que en Mongolia el invierno dura más de nueve meses, lo cual explica el por qué hay tan poca población humana y animal. 

Después de esto, el curso subió brevemente a la meseta de Yucca, una vez más una sorpresa, ya que en cuestión de minutos habíamos pasado de una profunda garganta a una llanura alta. Paramos para llenar nuestros tanques de gasolina en una aldea llamada Bayandalai, donde nos recordó nuevamente que se trataba de Mongolia, un país remoto escasamente poblado, en donde la mayoría de las casas son Yurts (también conocidos como gers), excepto un edificio escolar, además de que todos los caminos aquí está en su mayoria están sin pavimentar..
 
Los 100 km desde aquí hasta el final en el Campamento Gobi Erdene fueron como siempre, completamente diferentes. En lugar de una alta meseta, nos encontramos a lo largo de una vasta llanura entre dos crestas de montañas, lo que añadió aún más tecnicismo al paseo. Y finalmente, al oeste del sendero, se alzaban dunas de arena amarilla, bellamente iluminadas bajo el sol de la tarde. 

Llegamos al siguiente campamente llamado Gobi Erdenen el cual estaba nuevamente en medio de la nada, pero sorprendidos de que la mayoría de él estaba fabricado de madera y aquí en Mongolia difícilmente encuentras árboles. Pasaron horas de gran convivencia y al llegar la noche nos encontramos con una fuerte tormenta de arena con ráfagas de viento sumamente altas. Fue algo que nunca habíamos vivido y como se imaginan nuestras casas de campaña estaban siento desplazadas por los fuertes vientos, así que no logramos pasar largas horas de sueño, sin embargo, la experiencia de salir casi volando con nuestras casas de campaña nunca se olvidara.

Cuarto día de competencia

 

Nos despedimos de los fuertes vientos y que por suerte con todas nuestro equipo a salvo para continuar por el desierto del Gobi junto a un clima frio al partir del campamento desde muy tempranas horas. En esta ocasión con un recorrido todo terreno con un total de  283 km y gran parte en arena, que es parte de la región del desierto de Gobi. 

Durante varios kilómetros recorrimos caminos muy divertidos entre grandes montículos de tierra rojiza, además de ir disfrutando de paisajes verdaderamente vastos, donde más adelante nos encontrábamos sobre caminos desérticos de arena suelta, superando los caminos de grava , por lo que tuvimos que trabajar mucho para mantener el impulso y el equilibrio. Como ya les había mencionado en Mongolia difícilmente se pueden ver árboles y si estas en el desierto la posibilidad de encontrarte alguno es casi nula, sin embargo, en un montículo se encontraban una serie de árboles muy inusuales los cuales tienen raíces muy largas para poder adsorber agua y sobrevivir en el desierto. 


A mitad de camino nos encontrábamos con la primer especial del día, ‘Lava Canyon’ se realizó sobre un camino arenoso en el cual se debía de remolcar una motocicleta apagada con el piloto arriba mientras que la moto encendida debía de hacerlo lo mejor posible sin tener que quedar atrapado en la arena, mientras que en la parte trasera el piloto  Jose Vivanco no debía de bajar los pies y en la parte final un Manuel debía de dirigir a sus otros compañeros. El equipo logro hacer un gran trabajo ya que no hubo caídas ni errores en el camino.

Después de esto llegaron más llanos para cruzar, tan grandes que podíamos ir en una línea de nueve motocicletas, así que nadie tenía que andar en las nubes de polvo. Los últimos kilómetros fue un camino dedicado para ponernos como en un pista de Ski, ya que el sendero se entretejía tentadoramente a través de afloramientos rocosos antes de descender al impresionante Camp Ongiin Nuuts para el final.

Ya en el campamento nos estaba esperando la segunda prueba ‘Marmot Challenge’, pero esta vez no se trataba de una arriba de la moto, si no que debíamos de mostrar nuestras habilidades para armar nuestra tienda de campana en el menor tiempo posible. En esta prueba se tomaba el tiempo a tres equipos, donde las teníamos que armar, entrar dentro de la casa de campana, salir y finalmente desarmar y guardarla en su bolsa en el menor tiempo posible. 

 

Quinto día de competencia

 

Nos despedimos del campamento Munkh Tenger para tomar camino a lo que sería nuestro quinto día de aventura. A tan solo unos kilómetro de la salida nos encontrábamos con la primer prueba  ‘Ongi River’, la cual se dio sobre un rio en el que teníamos que cruzar  varias veces. A primera vista la prueba parecería muy fácil, sin embargo el desafío aquí no era el agua, que era poco profunda, sino los bancos de piedras que eran profundos y que por suerte fuimos el segundo equipo en realizar la prueba, por lo cual no nos encontramos con la marca de todos los equipos. 

Empezamos a dejar los caminos desérticos tras pasar 100 Km sobre largas y largas brechas  transportándonos  hacia un cambio extremo de flora y fauna. La belleza de los pastizales, las montañas y largos ríos te hacían sentir como si regresaras en el tiempo en donde la especie humana era la minoría y no alteraba la naturaleza, realmente fue algo mágico. Empezamos a subir por las montañas y nos encontramos con la segunda prueba especial llamada ‘Orhon View’, la cual trataba cruzar entre piedras gigantes sin bajar los pies y cada piloto saliendo uno tras el otro. No fuimos los únicos, pero nos tocó la mala suerte de que un integrante del equipo tuviera una pequeña caída al cruzar por en medio de dos grandes piedras y que por suerte nos logramos remontar rápidamente. 

Continuamos por las verdes planicies para dirigirnos hacia nuestro campamento, el cual se encontraba en la segunda ciudad más grande de Mongolia y que por un tiempo fue la capital. No podía imaginar que se trataba de la segunda ciudad más grande, ya que compara do con cualquier lugar de México era básicamente del tamaño de un pueblo.  En el campamento nos tenían preparada lo que sería la tercera prueba especial, el ‘Metzeler Challenge’ la cual trataba de cambiar el neumático Metzeler a contrarreloj y que por esta ocasión fuimos el segundo mejor equipo, ayudándonos a bajar en la tabla general de resultados.

 

Sexto día de competencia.

 

 El sexto día del BMW Motorrad International GS Trophy resulto ser un día único en la historia del GsTrophy. Partimos del campamento base, tomando ruta sobre los primeros 90 Km de carretera sobre lo que sería una ruta de 283Km totalmente explorada, planificada y preparada sobre las montañas de la región, sin embargo este recorrido cruzaba sobre una zona que presentaba un brote de fiebre aftosa (entre los animales), el curso tuvo que adaptarse ya que corríamos el riesgo al momento de intentar salir de la zona infectada ser detenidos por las autoridades y dejaranos en cuarentena.

En lo que los organizadores hacían un reajuste de ruta hacia el campamento, paramos sobre la orilla de un rio y junto a una de las pocas zonas con árboles. Fueron varias horas de espera, sin embargo, fue un gran momento de convivencia entre los pilotos. Pero esto no detuvo las pruebas especiales y en la mañana llegó el “Time Trial”, donde cada uno de los miembros del equipo tuvo que realizar un curso de prueba a través de un grupo de árboles en las orillas del río Tamir. El truco fue que cada uno para replicar el tiempo a través del curso de sus compañeros de equipo. Entonces, si el primer corredor completó el recorrido en 1:30 minutos, sus dos compañeros de equipo tuvieron que acercarse lo más posible a eso.

Retomamos camino hacia el campamento e hicimos una visita histórica en una monasterio busdista Erdene Zuu del siglo XVI , que una vez fue el hogar de hasta 1500 monjes. Pero también tuvimos la oportunidad de experimentar la cultura moderna de Mongolia cuando llegamos a uno de las pocas tiendas locales e incluso a una cafetería en el camino,  cada una de las cuales era una excelente oportunidad para conversar con la gente del lugar y convivir con motociclistas locales los cuales por lo general utilizaban motocicletas chinas con motores 125cc y usando un vestido tradicional mongol de altas botas de cuero, pantalones sueltos y abrigos tipo bata, coronados con un sombrero de fieltro de ala ancha.
 

Retomando el camino se decidió partir con todo el contingente del GS Trophy  para recorrer los últimos kilómetros hacia el campamento, lo cual fue todo un espectáculo ya que la flota de GS más los vehículos de apoyo viajaban hacían ver una fila interminable sobre el camino.
 
Una vez llegando al campamento nos encontraos con la segunda prueba del día, el tiro con arco. El tiro con arco es un pasatiempo tradicional de Mongolia, así que todos los equipos tuvieron que mostrar sus habilidades sobre este deporte Mogol y que aquí como equipo no tuvimos mucha suerte ya que ninguno de los cuatro lo habíamos practicado antes, pero al final del día fue un desafío muy divertido y que para para el equipo femenil Ausamerica estaba haciendo historia ya que había igualado la primer prueba en el contrarreloj y luego dominaba el desafío de tiro con arco en la noche, llevándose al subcampeón para darles la victoria general del día. 


 

Séptimo día de competencia.

 

Retomamos las actividades normales volviendo a los senderos todo terreno de Mongolia. Recorrimos hermosas pistas con un total de 240 Km que en su mayoría era arena, la cual ofrecía un flujo natral de conducción, mientras que el paisaje como siempre era un deleite en donde al principio recorrimos una amplia llanura con una pista maravillosamente abierta pero serpenteante.

Llego el turno del primer desafío del día, una clásica carrera lenta, pero con un enfoque innovador ya que los tres pilotos tenían que partir al mismo tiempo e ir lo más lento posible sin bajar los pies. El equipo mexicano hizo una tarea estupenda, sin embargo los franceses se vieron bastante inteligentes al colocar los pies en las barras de los demás y avanzar o permanecer perfectamente quieto casi indefinidamente, por lo cual ellos se llevaron la victoria de la especial.  Continuamos y nos tocó abrir pista con la prueba especial de la tarde,  el Shell Challenge, en la cual los pilotos tenían que llevar en el asiento del pasajero a un compañero cargando latas de gasolina tres veces sobre un circuito  y en cada vuelta cambiar de piloto.
 
Llegamos al campamento Hoyor Zagal con un ambiente sumamente relajado y todos los participantes con una gran actitud, ya que el día anterior habíamos tenido la oportunidad de lograr descansar, así que lejos de retirarnos a nuestras tiendas de campaña, aprovechamos para hacer una tarde de fiesta sobre la terraza del campamento compartiendo música de todos los países.
 

Octavo dia de Competencia

 

Después de ocho días y 2.350 km, el BMW Motorrad International GS Trophy 2018 ha llegado a su conclusión en el lugar donde comenzó, en Camp Chinisiin Khuree, cerca de Ulaanbaatar. Y es el Equipo de Sudáfrica por segunda vez (que ganó la edición de 2016 en el sudeste de Asia) quienes son los campeones, después de haber protegido con confianza el liderazgo que trajeron al último día. El día 8 podría haber sido algo así como un epílogo, pero en su lugar fue otro día de prueba. Comenzó temprano, también, con el desayuno a las 5.30 hrs. Para asegurar que los equipos salieran rápidamente a las 7 hrs. Con casi 300 km delante de ellos, gran parte en senderos de grava con ocasionales secciones de arena. Condiciones técnicas como siempre, evidenciadas por algunas caídas, que demuestran que el viaje nunca termina hasta que se llega al destino.
 
Una vez en Chingisiin Khuree, el equipo mexicano realizo la última prueba, el Judgment of monsters’. Aquí los tres miembros del equipo entraron juntos en el desafío extendido y manejaron contra el reloj sobre varias zanjas y a lo largo de un lecho de río seco antes de tomar tres subsecciones que probaron aún más sus habilidades de manejo sobre la motocicleta. Estos incluyen una sección de laberinto de bloqueo total y un favorito del GsTrophy, el ‘giro de elefante’ (¡tal vez una vuelta de camello, dado que esto es Mongolia!) Donde los pilotos tienen que bloquear por completo su llanta trasera para girar su GS 180º.
 
Con una ventaja de 43 puntos en esta prueba, para el equipo de Sudáfrica la victoria era suya, aunque con el triple de puntos disponibles aún podían ser derrotados por el equipo de Estados Unidos. Pero como era un equipo tan bien preparado, esto no sucedió al hacer una prueba sumamente precisa, aunque fueron derrotados por el equipo de Francia, quien brilló en su victoria para acercarse a dos puntos de derribar al equipo de Estados Unidos por el segundo lugar.
 
Así que mientras Team South Africa volvió a ganar el GsTrophy, y Teams USA y Francia  llevándose el segundo y tercer lugar, el equipo Mexicano sorprendió con su resultado, ya que durante todos los días de competencia mostraron desempeñar un gran manejo, pero sobre todo un gran trabajo en equipo, así que no nos fuimos  con las manos vacías y logramos concluir esta gran aventura con un quinto lugar, el mejor resultado obtenido en la historia de  los representantes Mexicanos, por lo  que a cada piloto le dieron las cubiertas del radiador de su GS para llevar a casa. Sin ser cubiertas comunes, estas se imprimieron en 3D en aluminio y se mecanizaron con el número y el nombre de los pilotos integrados en el diseño. Un recuerdo para recordar los ocho días más emocionantes en la selva de Mongolia, un país increíble, en la incomparable GS, una motocicleta extraordinaria.

 

Texto: José Luis Perea Arenas